El profesor tzotzil Alberto Patishtán pasó 13 años en prisión acusado de un homicidio que no cometió. Sus acusadores fueron los mismos políticos a los que él señalaba en su trabajo como luchador social de su comunidad. Durante su encierro continuó su activismo enseñando a otros presos a leer, organizando huelgas de hambre y escribiendo cartas a amigos y familiares. Estas cartas son la base para la estructura de esta exploración cinematográfica sobre la libertad en el individuo y en lo social.
El documental fue estrenado en CPH:DOX en Copenhague, en el otoño del 2015.